3.
Sexualidad femenina
Las mujeres hemos sufrido una opresión y represión histórica que inevitablemente ha impactado en nuestra sexualidad y nuestro placer.
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La insuficiente educación afectivo-sexual que recibimos, y la falta de perspectiva feminista en las aulas (y en la calle) nos abocan a una realidad en la que el coitocentrismo, falocentrismo, roles, estereotipos de género y genitalización de nuestra sexualidad imperan.
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Es necesario partir desde una base feminista para poder dar explicación a las consecuencias de la educación y sociedad patriarcal en la que estamos inmersas, para reclamar alto y claro que nuestro placer importa, que nuestro deseo importa, que nuestros cuerpos son nuestros y que somos seres deseados y deseantes.
Reivindicar nuestros cuerpos, placer y deseo como respuesta socio-política a la represión.
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